El speech bíblico (Ezequiel 25:17) con el que Jules (Samuel L. Jackson) arenga a sus víctimas antes de dispararles es una de las marcas más reconocibles, citadas y recordadas del guión de Pulp Fiction:
Como (casi) siempre en el mundo de Tarantino, aquí también podemos citar una fuente: el director únicamente recoge este pasaje del arranque de la película de Sonny Chiba The Bodyguard (1973, Tatsuichi Takamori y Simon Nuchtern), realojándolo en su propio guión.
Así se inicia la versión norteamericana de The Bodyguard, con la famosa cita bíblica impresa en pantalla:
Sigamos: Jules cita este pasaje por primera vez cuando, acompañado de Vincent (John Travolta), los dos gángsters irrumpen en el apartamento de Brett y sus amigos para recuperar el misterioso maletín de Marcellus Wallace (Ving Rhames). Durante este tramo de película, encontramos también resonancias de otro film: Forajidos (The Killers), el noir de 1946 dirigido por Robert Siodmak y protagonizado por Burt Lancaster.
En los dos títulos tenemos a una pareja de matones trajeados que entran en un edificio para eliminar a un tercero. Pero, sobre todo, encontramos una composición lumínica relativamente parecida, con esas sombras de luz en la pared y los fogonazos que literalmente bañan la pantalla durante los tiroteos. Además, ninguna de las dos películas se desarrolla linealmente. Pulp Fiction está recorrida por la fragmentación temporal y las rupturas de continuidad, y Forajidos se construye sobre flashbacks.
Pulp Fiction:
Forajidos:
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