Tarantino siempre reconoció en Brian De Palma a uno de sus maestros. Le fascinaba, entre otras cosas, su manejo del miedo y la violencia en películas como Carrie (1976), y llegó a desarrollar una importante obsesión por la forma en que aquel reciclaba elementos puramente hitchcockianos a través de obras tan extrañas como Vestida Para Matar (Dressed To Kill, 1980)
En 1989, su interés se centró concienzudamente en Corazones De Hierro (Casualties Of War), la película de guerra que el director acababa de estrenar. Desde el principio, Tarantino, con su conocido entusiasmo, la abrazó como su obra bélica favorita .El film, que narraba la historia de un soldado novato (Michael J. Fox) enfrentado a la locura de su sargento (Sean Penn) en el corazón de Vietnam, desataba todo su poder dramático a partir de una escena llena de emoción: la muerte del mejor amigo del sargento Meserve en los brazos de éste, tras ser abatido a tiros por el vietcong. Tarantino, impresionado por la fuerza y la sugerencia del momento, archivó ese instante en su cabeza como si fuese una cámara fotográfica, y decidió desarrollarlo a su manera en Reservoir Dogs, su primera película.
La relación que se establece en Reservoir Dogs entre el policía infiltrado (Sr. Naranja, interpretado por Tim Roth) y Sr. Blanco (Harvey Keitel), cuando el primero resulta herido y el segundo cuida de él durante toda la película, está directamente inspirado en esos pocos segundos de Corazones De Hierro. En su mezcla de amistad, pánico y sentido de la responsabilidad.
Correspondencias:
Corazones de Hierro
Reservoir Dogs
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