Tan pronto como Pulp Fiction llegó a las salas, en 1994, todos los focos se centraron en la peculiar estructura narrativa de la película, construída en buena medida sobre rupturas temporales e historias cruzadas, imbricadas las unas en las otras.
El guión de Tarantino y Roger Avary es, de hecho, un auténtico reloj de precisión en ese sentido, pero de ningún modo presentaba soluciones novedosas.
No es raro que la memoria cinematográfica, a la hora de pensar en películas planificadas sobre el concepto de "historias cruzadas", nos lleve hasta La Ronda (La Ronde, 1950, Max Ophuls) como ejemplo particularmente brillante de carrusel narrativo, pero Tarantino nos pone igualmente sobre otras pistas.
Uno de los más importantes detonantes de Pulp Fiction, en ese sentido y según las palabras del propio Tarantino, es Las Tres Caras Del Miedo (I Tre Volti Della Paura, 1963, Mario Bava), modelo esencial del director de Knoxville:
"(con Pulp Fiction) pensaba que estaba escribiendo una antología sobre cine negro. Lo que Mario Bava hizo con el cine de terror, yo lo haría con el cine negro" (Q.T)
El lector que conozca la película de Bava recordará su planteamiento: tres cuentos de terror independientes, de una media hora cada uno, cuyo único vínculo es el de inscribirse dentro de un género determinado. Tarantino tenía el concepto en mente, pero necesitaba retorcerlo, estirarlo, dar forma a algo más ambicioso. El resultado fue Pulp Fiction: una obra compuesta por cuatro historias, también inscritas en un género determinado (el cine negro), pero no independientes, sino atravesadas las unas por las otras.
Al mismo tiempo, Tarantino se sentía cercano al espíritu de otras dos películas corales, con una serie de historias trenzadas: Nashville (1975) y Vidas Cruzadas (Short Cuts, 1993), ambas de Robert Altman, la segunda (basada en una serie de relatos de Raymond Carver) estrenada tan sólo un año antes que Pulp Fiction:
"(Cuando Pulp Fiction) termina, te sientes como si hubieras visto una historia acerca de una comunidad de personajes, como Nashville o Vidas Cruzadas, donde las historias son secundarias. La mía es una aproximación muy diferente, ya que las historias son primordiales, no son secundarias, pero el efecto es el mismo" (Q.T)
Por último, apuntemos un ascendente literario, en principio insospechado, de Pulp Fiction: el J.D Salinger de Nueve Cuentos, Franny y Zooey, Levantad Carpinteros La Viga Maestra y Seymour: Una Introducción. Es decir, una serie de relatos vinculados entre sí por la aparición en todos ellos de "la familia Glass", los más célebres personajes creados por el escritor (por supuesto, inmediatamente después de Holden Cauldfield):
"Pronto me sedujo la idea de hacer lo que hizo Salinger con sus relatos de la familia Glass, donde todos ellos contribuyen a una historia única, con los personajes entrando y saliendo. Es algo que pueden hacer los novelistas porque son propietarios de sus personajes, pueden escribir una novela y hacer reaparecer en ella a un personaje de hace tres novelas" (Q.T)
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